Michel Aoun, presidente del Líbano.
Michel Aoun, presidente del Líbano.
EPA
Najib Mikati, multimillonario encargado de formar el gabinete de ministros del Líbano.

Los signos de pregunta alrededor del primer ministro libanés

Opinión. A un año de la tragedia en el puerto de Beirut, hay dudas sobre la designación de Najib Mikati, el candidato apoyado por Hezbollah. La crisis económica y los intentos iraníes de meterse en el país vecino de Israel.

Smadar Peri - Adaptado por Tom Wichter |
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Mañana se cumplirá exactamente un año desde la misteriosa explosión que destruyó el puerto de Beirut. Más de 200 personas murieron, incluidos niños y bebés, mientras que miles resultaron heridos y cientos de familias se quedaron sin hogar.
El hecho marcó el punto más crítico del deterioro de la situación económica del Líbano. Hasta hoy los jóvenes libaneses continúan acechando los aviones que aterrizan en el aeropuerto de Beirut, colándose para huir del país.
Se dice que Líbano atraviesa la crisis económica más difícil de los últimos 150 años. La libra libanesa se desplomó frente al dólar, el agua potable se raciona, la electricidad se distribuye solamente cuatro horas por día, los medicamentos desaparecieron de las farmacias y casi no hay combustible, ni siquiera para ambulancias. Un importante funcionario del Ministerio de Salud me contó que había pedido a amigos del extranjero que le enviaran un medicamento para su madre enferma, y que pidió “que envuelvan el paquete con fuerza y en papel oscuro para que nadie se lo robe”.
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Katimi Libano
Katimi Libano
Najib Mikati, multimillonario encargado de formar el gabinete de ministros del Líbano.
(EPA)
En ese contexto fue designado como primer ministro un viejo conocido: el multimillonario Najib Mikati, quien ya ocupó el cargo en otras dos oportunidades. No está claro qué lo llevó a aceptar el puesto, después de que su predecesor Saad Hariri no pudiera formar un gobierno. Tras nueve meses de negociaciones sobre quiénes debían ser los ministros del gabinete, las diferencias fueron insalvables: mientras Hariri quería profesionales y expertos en sus campos de acción, el presidente Michel Aoun exigía a ministros que representaran a los sectores musulmanes sunitas y chiítas, y a ministros de Relaciones Exteriores, Interior y Justicia que resultaran aceptables para el movimiento Hezbollah.
En esa situación delirante llegó la candidatura de Mikati, impulsada la semana pasada por Hezbollah. Desde hace cuatro días el primer ministro afirma diplomáticamente desde el palacio presidencial que “no existen soluciones mágicas” y que “solo tendremos éxito si trabajamos juntos”. A su vez, asegura que su lista de ministros fue aceptada por el presidente. Pero la lista todavía no fue revelada y no está claro qué se discute puertas adentro del palacio.
La libra libanesa se desplomó frente al dólar, el agua potable se raciona, la electricidad se distribuye solamente cuatro horas por día, los medicamentos desaparecieron de las farmacias y casi no hay combustible, ni siquiera para ambulancias.
Ninguno de los altos funcionarios del Líbano entiende cuál era la urgencia de que Mikati se hiciera cargo de la formación del gobierno. Después de todo, se trata de una persona que proviene del mundo empresarial, sin raíces políticas, y profundamente involucrado en la corrupción de la industria de la construcción.
Uno de los puntos más difíciles de esta historia es que el Banco Mundial exige trabajar en conjunto con ministros libaneses que hayan implementado, en consulta con expertos internacionales, rígidas reformas económicas en el país. En otras palabras: si no se nombran ministros, no habrá ayuda financiera y el Líbano seguirá hundiéndose.
Para aumentar la complejidad, Irán se esfuerza en enviar un barco con asistencia a algún puerto libanés. Todos esos intentos fueron rechazados por Joseph Aoun, jefe de Estado Mayor del ejército, quien desplegó soldados en los puertos del país y es señalado como el único hombre limpio del liderazgo nacional. Se dice que no es corrupto, que no se llena los bolsillos. Y que también es consciente de que si los iraníes entran al Líbano, no será tan fácil que se vayan.
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Protestas en el Líbano tras el aumento de precio del pan subsidiado.
Protestas en el Líbano tras el aumento de precio del pan subsidiado.
Protestas en el Líbano, en el contexto de una grave crisis económica.
(AFP)
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