Durante la breve visita a Israel de la delegación de Emiratos Árabes Unidos, en la que sus miembros firmaron una variedad de acuerdos económicos que supuestamente beneficiarán a los dos países, también sucedió un hecho interesante relacionado con los invitados de los principados del Golfo. Los funcionarios emiratíes que visitaron la mezquita de Al-Aqsa recibieron un aluvión de humillaciones e insultos de los palestinos por atreverse a firmar un acuerdo con Israel.
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Palestinos en Naplusa queman imágenes del primer ministro, Benjamín Netanyahu, del príncipe heredero emiratí, Mohammed bin Zayed, y del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en respuesta al nuevo acuerdo.
(EPA)
Emiratos Árabes Unidos es uno de los países más generosos en lo que respecta al financiamiento de los palestinos y las organizaciones involucradas a su causa. Por ejemplo, el país árabe realizó recientemente una donación -sin control- de 52 millones de dólares a funcionarios de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina). Esta generosidad se ha cuadruplicado debido a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió poner fin a la asistencia entregada por Washington a la organización de la ONU.
Mientras la delegación emiratí estaba en Israel, la UNRWA manifestó su alegría en su página de Facebook debido a que las escuelas de la organización ahora pueden mantener su plan de estudios en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria "gracias al apoyo financiero de Emiratos Árabes Unidos".
La educación es, por supuesto, algo importante, pero el programa educativo en las escuelas de la UNRWA es un poco menos bello y admirable de lo que uno podría pensar. A lo largo de los años, una variedad de registros y pruebas han revelado que entre las matemáticas y el fútbol en el patio, los estudiantes palestinos son adoctrinados en la incitación contra Israel, se les enseña a negar la existencia del Estado judío y a alabar terroristas, como así también se promueve la lucha armada parar alcanzar el llamado “derecho a retorno” de los palestinos.
No hay control sobre el contenido que se enseña en estas escuelas, pero el dinero fluye hacia allí como el agua. Emiratos Árabes Unidos es uno de los cinco principales donantes -el más importante entre los países árabes- para una organización cuyo trabajo debería consistir solamente en ayudar a los refugiados palestinos.
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Firma de acuerdos entre Israel y Emiratos en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv.
(Oficina de Prensa del Gobierno de Israel)
Ahora un nuevo jugador ha ingresado en esta relación: el Estado de Israel. Absurdamente, el estudiante palestino se sienta en la escuela de la UNRWA, que "gracias al apoyo económico de Emiratos Árabes Unidos puede mantener el plan de estudios", y aprende que el Estado de Israel es la madre de todos los pecados y no tiene derecho a existir.
Emiratos Árabes Unidos debe dejar en claro a la UNRWA, y a través de ella a los palestinos, que si están interesados en la financiación continua, deben comprender que la realidad ha cambiado y tienen que detener la incitación contra Israel.
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Netanyahu y el ministro de Relaciones Exteriores de Emiratos, Abdullah bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, durante la firma del acuerdo de paz en la Casa Blanca en septiembre.
(EPA)
El mismo estudiante descubre que al mismo tiempo, los ministros de Emiratos Árabes Unidos están en el mismo país y disfrutando de la cálida hospitalidad israelí. El resultado es que el amigo de tu enemigo es tu enemigo, y los emiratíes financian la incitación en tu contra.
Luego, como mencioné anteriormente, los representantes de Emiratos son expulsados de Al-Aqsa mientras reciben insultos, son llamados traidores y son acusados de apuñalar a los palestinos por la espalda. Como en la conocida fábula del escorpión y la rana, y aunque Emiratos Árabes Unidos traslada a los palestinos una y otra vez a través del río y les permite subsistir económicamente, esto no impide que los palestinos ataquen una vez que la palabra Israel aparece en esta historia y, en realidad, lo que están haciendo es morder la mano que los alimenta.
La pregunta ahora es si Emiratos recalculará la ruta del dinero que aporta. Por un lado, tal cambio dejará en claro a los palestinos que su conducta tiene un precio y, por otro lado, el nuevo amigo Israel demostrará que se toma en serio sus intenciones a la luz de los acuerdos firmados recientemente.
Emiratos Árabes Unidos debe aclararle a la UNRWA y, a través de ella a los palestinos, que si quieren más financiación deben comprender que la realidad ha cambiado y deben dejar de incitar contra Israel en las escuelas. Esto beneficiará a los ciudadanos emiratíes, ya que de este modo podrán visitar la mezquita Al-Aqsa sin temor a ser picados por el escorpión palestino.
