Un compromiso compartido con la vida después de las muertes de un judío y un adolescente árabe en los enfrentamientos en diversas ciudades de Israel ha encendido una luz de esperanza para que se puedan acabar las divisiones dentro del Estado judío.
Durante los combates entre Israel y terroristas palestinos en Gaza este mes, el Estado judío lidiaba con una erupción de la violencia entre judíos y árabes en las calles de varias ciudades del país.
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Amigos y familiares de Yigal Yehoshua durante el período de luto en el moshav Hadid.
(Reuters)
El riñón del hombre judío fue trasplantado en Randa Aweis, una mujer palestina de 59 años de Jerusalem, un hecho que sus familiares recibieron con satisfacción
Yigal Yehoshua, de 56 años, fue asesinado por alborotadores árabes en la ciudad de Lod, cerca de Tel Aviv. Muhammad Mahammid Kiwan, de 17 años, murió en la ciudad árabe norteña de Umm al-Fahm durante enfrentamientos con la policía antidisturbios israelí.
La familia de Yehoshua accedió a donar sus órganos. El riñón del hombre judío fue trasplantado en Randa Aweis, una mujer palestina de 59 años de Jerusalem, un hecho que sus familiares recibieron con satisf.
La familia de Kiwan también estuvo de acuerdo en que los órganos del joven árabe sean trasplantados en otras personas.
Tras regresar a su casa, Aweis, que había esperado años por un nuevo riñón, dijo: "Me sorprendió. Estaba feliz, pero también conmocionada".
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Randa Aweis, la mujer palestina que recibió un riñón de Yigal Yehoushua, en su casa de Jerusalem.
(Reuters)
La mujer palestina manifestó que había hablado por videollamada con la esposa de Yeshoua, quien hundida en un profundo llanto le expresó su deseo que estuviera sana.
"Espero que haya paz entre las dos partes", declaró Aweis.
El hermano de Yehoshua, Efraim, dijo que "con la ayuda de Dios, la conoceremos a ella y a su familia y celebraremos juntos su mejoría".
"Creo que podemos ser un símbolo de coexistencia", sostuvo. Y agregó que "salvar vidas, sin importar de quién", era primordial.
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Mahmoud Mahammid Kiwan, padre de Muhammad, en la carpa de duelo en su casa de Umm al-Fahm tras la muerte de su hijo.
(Reuters)
En Umm al-Fahm, el padre de Muhammad Kiwan, Mahmoud, expresó un sentimiento similar.
"Gracias a Dios, había seis seres humanos que estaban en peligro y sobrevivieron gracias a los órganos (de mi hijo), y estoy orgulloso de eso", dijo. Cinco de los pacientes que recibieron las donaciones son judíos.
"Les deseamos una recuperación completa, sean quienes sean", agregó.
