Este martes, el Ministerio de Salud informó que el número de nuevos casos de COVID-19 sigue disminuyendo: de las 90.000 pruebas que se realizaron este lunes, 4.624 arrojaron resultados positivos, lo que indica una tasa de positividad del 5,2%.
Actualmente, un total de 1.198 israelíes contagiados se encuentran siendo atendidos en hospitales, de los cuales 729 están en grave estado y a 234 se les ha colocado ventiladores. Después de que 20 personas sucumbieran al virus el lunes, el número de muertos desde el inicio de la pandemia asciende a 5.779.
El factor de reproducción R, que indica la propagación del virus en la comunidad, en los últimos días se redujo de 1 a 0,97. Esta disminución se le atribuye a la avanzada campaña de vacunación llevada a cabo en Israel, con más del 50% de la población vacunada con la primera dosis de Pfizer y más del 33% habiendo recibido las dos inyecciones.
El Ministerio de Salud decidió este lunes administrar una vacuna de refuerzo a los israelíes que se recuperaron del COVID-19 para aumentar su inmunidad al virus. Además, las autoridades votaron para abrir salones de eventos y restaurantes a partir de la próxima semana.
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Un residente de Jerusalem de 16 años recibe la vacuna contra el coronavirus.
(Shalev Shalom )
Según el esquema, las cafeterías y restaurantes podrán atender a los clientes al aire libre. Aquellas personas que hayan recibido ambas dosis de la vacuna o se hayan recuperado del COVID-19 recientemente, también podrán ser atendidas en el interior de los locales, ingresar a los salones de eventos, conferencias y atracciones turísticas.
La primera ronda de indulgencias entrará en vigencia el 7 de marzo, ya que también se planea que los estudiantes de séptimo a décimo grado regresen al aprendizaje presencial en todas las comunidades con bajas tasas de infección. También en aquellas donde el 70% de la población de 50 años o más haya sido inoculada.
El encargado del manejo de la pandemia en Israel, Nachman Ash, advirtió a los ministros sobre un fuerte aumento en el número de casos que podrían surgir como resultado del levantamiento de nuevas restricciones. Un informe publicado por el Centro Taub aseguró que hubo un aumento del 7% al 10% en el exceso de morbilidad durante 2020, especialmente en los sectores haredí y árabe.
