Casi la mitad de las personas que dieron positivo de COVID-19 en Israel los últimos días, se infectaron en el extranjero. Las personas a las que se les confirmó que tenían el virus fueron puestos bajo estricta cuarentena a su llegada al país.
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Recién llegados al aeropuerto Ben-Gurion son sometidos a pruebas de coronavirus.
(AFP)
Según el Ministerio de Salud, hasta este lunes había un total de 66 personas tratadas por el virus en hospitales de todo el país, 37 de ellas en estado grave y 25 conectadas a respiradores.
Aunque las cifras siguen siendo bajas, de los 109 casos confirmados la semana pasada, 51 eran de personas recién llegadas a Israel. Entre ellos había nuevos inmigrantes llegados del norte de la India, donde la transmisión del coronavirus es alta y frecuente.
De los 109 casos confirmados la semana pasada, 51 eran de personas recién llegadas a Israel
Desde el inicio de la pandemia, 6.418 personas han padecido al COVID-19 en Israel. El pasado domingo, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, dijo que si el número de casos de coronavirus sigue siendo bajo, Israel levantará por completo la restricción del uso de mascarillas en espacios públicos.
Esperan tomar esta decisión para el 15 de junio, unos 14 meses después del primer caso detectado en suelo israelí.
El ministerio aún no ha decidido si las máscaras seguirán siendo necesarias para los alumnos en las aulas.
Por otro lado, la vacunación de los niños de 12 a 15 años comenzó el fin de semana, pero no hay ninguna recomendación oficial para que todos los niños sean inmunizados.
El Ministerio de Salud ha aconsejado, en cambio, que reciban la vacuna los niños cuya salud esté comprometida o que tengan familiares con alto riesgo de contraer la enfermedad.