8200 ejército FDI
Los “cazadores de talentos” buscan a los recién graduados de las unidades de tecnología de las FDI.
Ynet
Los miembros del departamento de inteligencia reciben grandes ofertas de compañías en el exterior.

Capítulo I: "Los peligrosos juegos de los graduados de la unidad 8200"

Tras servir en las principales unidades de tecnología de las FDI, muchos jóvenes reciben atractivas ofertas de trabajo que son difíciles de rechazar, pero que podrían poner en riesgo la seguridad de Israel.

Ronen Bergman e Itai Ilanai |
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Jóvenes de alrededor de 20 años, después de servir en la unidad 8200 y en las otras unidades de tecnología clasificadas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), reciben de los “cazadores de talentos” (“headhunters”), ofertas de trabajo vertiginosas en excelentes condiciones. El estado no hace casi nada para detener la fuga de esta información secreta del país. Y sucede, por ejemplo, que los graduados de inteligencia trabajan para “DarkMatter”, empresa que está relacionada a la agencia de espionaje de los Emiratos Arabes Unidos (EAU). Sí, han leído correctamente: los israelíes están desarrollando armas cibernéticas, que algún día podrían usarse para atacar a Israel
Un número de teléfono no identificado apareció en la pantalla del celular de “A”, pero dado su alto cargo de seguridad en una de las embajadas israelíes en el extranjero, estaba acostumbrado a las sorpresas. Aun así, la conversación que entabló lo sorprendió.
Al otro lado de la línea había un joven recién liberado de una de las principales unidades cibernéticas de las FDI, área que en los últimos años se ha convertido en la vanguardia de la inteligencia israelí. En su servicio militar, el joven había estado involucrado en el desarrollo de sofisticadas armas de ataque cibernéticas. Ahora, como ciudadano, pedía un favor, que lo ayuden para obtener un permiso de trabajo en el estado donde había prestado servicio “A”. "Todavía recuerdo haber contestado el teléfono, en el porche, y la primera frase que me dijo este joven después de presentarse: 'Corté el contacto con el Estado de Israel y hoy estoy desarrollando una herramienta de ataque para los estados árabes'", recuerda “A”. "Al principio estaba en estado de shock, pregunté si era una cámara oculta. ¡Imagínense a ese chico de veintitantos años a punto de colaborar con un estado árabe a desarrollar un arma, que podría, por la mañana, ser usada para atacar el teléfono del jefe del ejército de Israel! Una locura!.”
¿Qué le respondiste?
“Le dije: 'Escuchá bien, es posible que el departamento de seguridad no te persiga, pero le estás metiendo un dedo en el ojo. Alguien como tú debería estar en la cárcel.' El problema es que hasta hoy él no está en prisión. Y al igual que este joven, sé de otros cuya información llegó al Ministerio de Defensa, y tampoco se hizo nada con ellos.”
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Unidad del ejército FDI 8200
Unidad del ejército FDI 8200
Los miembros del departamento de inteligencia reciben grandes ofertas de compañías en el exterior.
(Tal Sahar)
“A”, quien recientemente se retiró después haber ocupado varias posiciones claves en el departamento de seguridad, cuenta que esa conversación realmente lo alarmó, y comenzó a indagar el tema. Descubrió que en el mundo, circula un número considerable de exsoldados salidos de unidades de ataque cibernético de las FDI, que están siendo tentados por generosas ofertas de compañías del extranjero, lejos de los ojos de los sistemas de seguridad e inteligencia israelíes. En algunos casos, estas personas del área de la cibernética brindan servicios a empresas que no siempre conocen quién está detrás de ellas y cuál es el destino final del producto que han desarrollado. "Se trata de una amenaza para la seguridad nacional", advierte. "Lo que está sucediendo hoy es que los países extranjeros están comprando la información de las FDI por mucho dinero". Yo, que firmé secretos de Estado durante mi carrera, nunca pensé en decirle ni siquiera a mi esposa lo que estaba haciendo. Pero cuando dejas el ejército a las 23 o 24 años y te ofrecen cifras de cinco dígitos en dólares, neto por mes, la diferencia entre lo bueno y lo malo, entre lo que está permitido y lo prohibido, comienza a desdibujarse. Todas las agencias de inteligencia israelíes entienden el problema y que hay que ocuparse de él, pero no hacen nada. Esto se debe a que el sistema no tiene las herramientas con las cuales enfrentarlo".
Otras miembros de la industria cibernética en Israel cuentan sobre graduados de unidades militares clasificadas como la 8200 y la unidad tecnológica de la división de inteligencia, que se han abierto camino, en los últimos años, a compañías en el exterior, entre ellas ciertas pertenecientes a países árabes. Algunas de estas personas de la cibernética se proveen, aun antes de salir al extranjero, de una asesoría legal sobre cómo actuar frente a la ley israelí. Al joven que habló con “A”, por ejemplo, se le aconsejó que declarara que había cortado los lazos con el Estado, por lo que las leyes de divulgación de seguridad aparentemente no eran válidas contra él. "Esto sucede de vez en cuando", señala un abogado especializado en el tema, que suele rechazar frecuentemente tales solicitudes de personas de la cibernética. "Como abogado, a veces llegan a mí personas que hacen, a mi entender, algo incorrecto, y yo se los digo".

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First published: 17:09, 19.11.19
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