Naftalí Bennett, primer ministro de Israel, aterrizó el jueves a la mañana en Abu Dhabi para una visita fugaz en la que se reunirá con el jeque Muhammad Bin Zayed, presidente de Emiratos Árabes Unidos.
“Expresaré a la familia real mis condolencias y las del pueblo de Israel por la muerte del presidente Khalifa Bin Zayed, quien ayudó a allanar el camino para esta asociación entre Israel y los Emiratos”, explicó Bennett sobre el viaje al país aliado de Israel en la región, a partir de los Acuerdos de Abraham que en 2020 marcaron el inicio de las relaciones bilaterales. “Me reuniré con el presidente, el jeque Muhammaz Bin Zayed, un líder visionario y valiente, y daremos un paso más en este vínculo especial entre los dos países para el crecimiento y la seguridad de los dos pueblos”, agregó.
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El primer ministro Bennett es recibido por autoridades emiratíes en Abu Dhabi.
(Kobi Gideon)
El viaje de Bennett se produce en el contexto de acontecimientos recientes vinculados a Irán. Estos eventos incluyen las misteriosas muertes de científicos y funcionarios iraníes, las negociaciones fallidas para restaurar el acuerdo nuclear entre Irán y las potencias, y la reprimenda del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a Teherán por evadir el monitoreo internacional del programa nuclear iraní.
Antes de subirse al avión rumbo a Abu Dhabi el mandatario israelí se refirió a la decisión del OIEA, cuya Junta de Gobernadores el miércoles resolvió amonestar a Irán por no proporcionar información sobre restos de uranio encontrados en tres sitios nucleares no declarados. El organismo expresó una “profunda preocupación” y exigió una “cooperación sin demora” de parte de los iraníes.
El viaje de Bennett se produce en el contexto de acontecimientos recientes vinculados a Irán: misteriosas muertes de científicos y funcionarios iraníes, y la reprimenda del OIEA a Teherán por evadir el monitoreo internacional del programa nuclear iraní.
“Por un lado esta decisión refleja las mentiras y la hipocresía de Irán en el contexto nuclear y en general, y por otro lado surge una posición correcta de las naciones del mundo al distinguir entre el bien y el mal, cuando dicen claramente que Irán esconde cosas”, dijo Bennett sobre la condena del OIEA votada por una amplia mayoría: de los 35 países que integran la Junta de Gobernadores, 30 votaron a favor, tres se abstuvieron (India, Libia y Pakistán), y solamente Rusia y China se abstuvieron.
Ante la inminencia del fallo del organismo, en la mañana del miércoles las autoridades iraníes confirmaron a la prensa local que fueron apagadas dos cámaras de vigilancia del OIEA instaladas en plantas nucleares iraníes, en represalia a la iniciativa de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia para condenar a Teherán.
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Bennett junto a Abdullah Bin Zayed, ministro de Relaciones Exteriores de Emiratos Árabes Unidos.
(Kobi Gideon)
En los días previos a la decisión del OIEA el primer ministro israelí recibió en Israel a Rafael Grossi, director general del organismo internacional. A su vez, tras una serie de muertes de científicos y funcionarios iraníes, Bennett admitió esta semana que Israel había cambiado su estrategia frente al régimen iraní: “Hemos subido la apuesta”, dijo ante el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset.
“En el último año el Estado de Israel trabajó contra la cabeza del pulpo del terrorismo y no solo contra los brazos del pulpo como hizo durante décadas”, expresó Bennett, en unas declaraciones que fueron criticadas por funcionarios del sistema de seguridad israelí, quienes consideraron a estas palabras como una provocación que podría aumentar la motivación de represalias terroristas.